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Días de cuarentena o

cómo darte cuenta de la sexualización de las lesbianas

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Elena Martínez

Decimoctavo día de cuarentena, mi habitación blanca iluminada con el sol que entra por la ventana, hace bastante buen día, pero, ¿qué más da? Si no puedo salir y lo más emocionante que estoy haciendo en mi día a día es dar una vuelta a la manzana acompañada de mi perro.

Hoy no es un día muy distinto a los anteriores. Me levanto de la cama, me tomo mi café (por rutina porque en estos días no necesito esa cafeína) y conecto el ordenador para poner cualquier plataforma digital para visualizar contenidos multimedia, o de manera menos pretenciosa simplemente conecto Netflix para ver su catálogo. 

Durante media hora larga intento convencerme qué ver, bajo por la lista de películas y Netflix me recomienda lo que más se están viendo durante estos días y, sorpresa, todas son películas con tramas del fin del mundo, apocalipsis y virus rondando por la ciudad que matan a todo el mundo. Me decanto por lo de siempre, la misma serie de siempre “How I met your mother”, una de mis series favoritas y que veía cuando tenía 12 años. Ocho años más tarde la estoy viendo otra vez, pero con un ojo más crítico. Una serie de las de siempre, las que eternamente pones cuando te aburres y no te importa revivir veinte veces, como Friends, El Principe de Bel Air, Plats Bruts… Le doy al play en la quinta temporada, que todos sabemos que es la mejor de la serie, y de repente me empiezan a salir escenas donde los comentarios que hay me chirrían bastante. 

Voy por la mitad del capítulo, me tapo con la manta, a pesar de que hace sol, hace el habitual frío de principios de abril. Sale Barney en escena, si ese personaje misógino, que siempre anda con una chica diferente cada día y las trata como un objeto, aunque bueno esa es la gracia del personaje, ¿no? Está con su grupo de amigos y está enfadado porque siente que le han traicionado por no aceptar su nueva relación con una Stripper. Les chantajea y les hace prometer que no van a volver a cuestionar nada de su vida y para cerrar la promesa obliga a los personajes femeninos a besarse. Se besan y los tres personajes masculinos se quedan embobados viéndolas. Ahora Barney les obliga a Ted y Marshall, los dos personajes masculinos restantes, a besarse y… lo hacen, aunque con caras de asco y disgusto. De repente, me viene un flashback a la cabeza y pienso, uy esto ya lo había visto y no, no me refiero a que haya visto la misma escena por segunda vez, sino que en otra escena de la serie ocurría una cosa similar. Dos chicas se besaban para el disfrute masculino y no es algo que ocurra solamente en HIMYM, sino que muchas veces presenciamos escenas que superficialmente son inofensivas pero que generan una visión de que las lesbianas son objeto del disfrute masculino. 

Hay infinidad de ejemplos, aunque el primero que se me viene a la cabeza es la película de La Vida de Adéle (2013) que se vende como una gran obra audiovisual que visibiliza a las lesbianas pero que acaba cayendo en las escenas repetidas de sexo sin ninguna base narrativa y desnudos injustificados de las protagonistas. En resumen, una película que reduce a las mujeres en objeto de morbo y seducción. En las series de siempre apenas hay visibilización del colectivo LGTB. Y cuando la hay normalmente es tirando de estereotipos y generalizaciones que no reflejan para nada la realidad. Y va más allá de lo superficial, en estas representaciones donde existe una hipersexualización en la figura lésbica se muestra como un determinante constante o un factor claro en sus vidas incluyendo como manifestarse (o no) en público o cómo vivir su propia sexualidad. Sí que es verdad que en los últimos años la representación queer está más presente en las películas y series de televisión, pero la mayoría perpetuando unos prejuicios y estereotipos que no ayudan a eliminar las paredes de discriminación, es decir que siguen sucediendo situaciones en la  sociedad que excluyen a parte de la población por el simple hecho de su orientación sexual. En 2019 ha habido un 10.2% de personajes en series de televisión que se identifican como gay, lesbiana, bisexual, transgénero o queer. Uno de los datos más altos de los últimos 15 años, ya que en 2005 la representación era del menos del 2%. Podríamos pensar que el hecho de no haber una visibilización y representación del colectivo se debe a que hace ya bastantes años del estreno de estas series: HIMYM en 2005 o Friends en 1994. Pero sabemos que los estereotipos y tópicos no se erradican en solamente 20 años. 

Acaba el capítulo de HIMYM y me voy a dormir para despertarme mañana en un día completamente igual, pero siendo aún más crítica con la sociedad que nos envuelve.

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¿SABÍAS QUE?

Las actrices de La vida de Adèle denunciaron que el director de la película, Abdellatif Kechiche, era muy estricto y que las escenas de sexo de la película se tardaban una barbaridad en grabar. Una secuencia de sexo se tardó hasta diez días tenerla entera, las protagonistas llevaban prótesis vaginales de silicona para la grabación de dichas escenas y sufrieron daños físicos al llevarlas durante tanto tiempo.

La autora del texto en la que está inspirada la película de La Vida de Adéle mostró su desconformidad con la realización de la película y declaró que es  “una demostración brutal, exuberante y fría de lo que los hombres heterosexuales creen que es el sexo lésbico, que básicamente se limita a la pornografía”.

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